Los supervivientes de Playa Condena se han encontrado con un misterioso pergamino que les plantea un desafiante reto de Poseidón: pescar un total de 15 peces en un plazo de dos horas.
El reto viene con una recompensa prometedora. Si logran cumplirlo, recibirán un elemento que mejorará significativamente su estancia en la playa. Desde el principio, queda claro que este desafío requiere de colaboración y cooperación en igual medida.
Gorka, uno de los supervivientes, propone rápidamente una estrategia a seguir. Sugiere una organización por equipos para enfrentar el reto; un grupo se encargaría de conseguir el cebo y las navajas, mientras que otro se encargaría directamente de la pesca.
Los supervivientes aceptan el plan de Gorka y trabajan unidos, conscientes de la magnitud del reto. Pero a pesar de los esfuerzos, su empeño no parece ser suficiente. Consiguen pescar solo nueve peces, quedándose cortos respecto al objetivo.
Gorka se siente especialmente responsable del fallo. “No podía más”, admite, reconociendo que tanto él como el resto del equipo estaban al límite de su resistencia.
La decepción tras no cumplir el reto se ve agravada por un nuevo pergamino. Este señala la insatisfacción de Poseidón ante el fracaso del equipo. Gorka se siente mal por no haber liderado con éxito los retos y la decepción se cierne sobre el grupo.
Pero en medio de la desilusión, Miri ofrece su apoyo a Gorka. Destaca el esfuerzo y la lucha de todos, y le abraza diciendo: “Te queremos un montón”.
El equipo, a pesar de la decepción, se une, demostrando la importancia del trabajo en equipo y la superación de las adversidades.