También llamó la atención sobre la posibilidad de un aumento del desempleo.
Si entra en vigor la nueva norma de emisiones Euro 7, aumentará el precio de los coches en al menos 2.000 euros a partir de 2025, eliminará la producción de coches baratos y aumentará el desempleo. El exministro de Economía, Karel Herrmann, llamó la atención sobre esto el martes (23 de mayo).
Según él, es importante que los nuevos ministros aborden este tema y promuevan los intereses de Eslovaquia, que depende de la producción de automóviles, en Bruselas.
Según Hermann, las empresas automotrices no podrán preparar la producción de algunos modelos bajo el nuevo estándar en tan poco tiempo. Algunos ya han dicho que dejarán de producirlos en 2025. «Esto no es miedo. Esta es la producción de la industria automotriz», dijo Herrmann.
Según él, si el estándar de emisión se adopta sin cambios, el ciudadano medio no podrá comprar un coche nuevo.
Según el exministro, la Euro 7 no tiene sentido porque solo reduce las emisiones entre un 2 y un 5%, y además, la Unión Europea ya acordó prohibir la producción de nuevos coches con motor de combustión a partir de 2035.
La norma también debería aplicarse a camiones y autobuses, aunque con un retraso de dos años en su vigencia. Sin embargo, según Herrmann, no se sabe cómo los fabricantes de estos vehículos afrontarán la Euro 7.
Según Ján Šubák, un miembro del partido no parlamentario, la solución para reducir significativamente las emisiones del transporte en Eslovaquia es reducir la edad promedio de los vehículos reemplazando los vehículos viejos, que tienen emisiones mucho más altas, por otros nuevos. Se debe incentivar a los propietarios, por ejemplo, mediante un subsidio del gobierno para desechar un automóvil viejo.