Hoy en día, la innovación energética se centra principalmente en el planeta Tierra, pero pronto también se podrá producir energía en el espacio. La luna, en particular, tiene una gran cantidad de energía potencial que pronto podríamos usar para impulsar futuros cohetes y asentamientos y transmitirla a la Tierra. Esto podría allanar el camino para un asentamiento permanente de la superficie lunar y futuras misiones en todo el sistema solar. Las innovaciones en la energía solar y su transformación significan que pronto podremos producir energía y oxígeno directamente desde la superficie lunar.
El suelo lunar (regolito) contiene una gran cantidad de materiales volátiles que pueden usarse para producir energía, y la Luna es bombardeada con grandes cantidades de radiación solar todos los días. Los tres metales principales para los paneles solares se encuentran en el regolito: silicio, aluminio y vidrio. La superficie lunar recibe aproximadamente 13.000 teravatios de energía del sol por día, suficiente para abastecer a Estados Unidos y China durante un año. Aprovechar una fracción de esta energía solar puede proporcionar electricidad a los asentamientos y la maquinaria por un amplio margen.
El regolito también contiene oxígeno, que está estrechamente unido a estos minerales, lo que también brinda una oportunidad para la producción de oxígeno. La luna también contiene enormes reservas de helio-3, un isótopo que puede servir como fuente de energía nuclear sin desechos radiactivos ni radiación. También está presente en la Tierra, pero es mucho más abundante en la Luna debido al viento solar que deposita isótopos en su superficie. China logró obtener helio-3 y traerlo a la Tierra para realizar pruebas de fusión nuclear, y los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts lograron multiplicar por diez la producción de energía nuclear utilizando helio-3 como aditivo.
Esta tecnología podría desplegarse en la luna a mediados de siglo. La energía de la Luna también se puede entregar a la Tierra. Algunos científicos sugieren construir una infraestructura mínima en la Luna y concentrar la mayor parte de la producción y transmisión de energía en la órbita de la Tierra. Los paneles solares en la Luna podrían transmitir electricidad a los satélites que orbitan la Tierra usando microondas, la tecnología detrás del radar y los paneles solares en sí mismos podrían ser más baratos porque no tendrían que soportar las condiciones climáticas.
La empresa japonesa Shimizu ha propuesto construir un anillo de paneles solares en el ecuador lunar y transferir la energía obtenida a instalaciones de conversión de energía en la Tierra. El proyecto Luna Ring colocará paneles solares y un cable de transmisión de energía en la Luna, pero la mayor parte de la infraestructura podría estar en la Tierra. La energía solar de la Luna también se puede transferir a satélites pequeños y económicos en órbita terrestre, que la transmitirán a estaciones en la superficie de la Tierra.
Las microondas pueden penetrar las nubes con poca pérdida de energía, por lo que esta versión más económica de la energía solar de la luna podría estar disponible para países y empresas con un presupuesto limitado. Dado el aumento proyectado en las necesidades energéticas de 20 a 22 teravatios de energía en los próximos 25 años, la producción de energía de la luna tiene el potencial de ser económicamente beneficiosa también en términos de inversión. Podría cubrir las necesidades energéticas de la Tierra y de las futuras naves espaciales, y su contribución al medio ambiente sería enorme.
fuente: realclearscience.com