Las autoridades españolas han decidido limitar la disponibilidad de agua debido a la grave sequía que afecta a España desde hace unos meses. Se espera que la restricción afecte a 6 millones de personas en casi 500 pueblos y ciudades españolas.
En España, la crisis del agua empieza a profundizarse. Entonces el gobierno decidió intervenir y restringir el suministro de agua a los españoles. Aunque este es un paso indeseable, es necesario.
Según los cálculos actuales, la cantidad de agua almacenada en embalses en España es igual a 49,6 % La siguiente capacidad total es de un comunicado de prensa reciente del Ministerio de Cambio Ambiental.
Según cálculos de la agencia Efe, se trata de la cifra más baja desde mediados de enero. La semana pasada, por ejemplo, los niveles de inventario cayeron un 0,4% de la capacidad total. En el mismo período hace un año, las reservas se ubicaron en 50,6%, en comparación con un promedio de 68,4% en la última década.
España se enfrenta a una grave sequía durante al menos 30 largos meses, o dos años y medio. La situación es peor en Cataluña, y es en esta zona donde el Gobierno ha tenido que introducir las medidas necesarias.
En total, las restricciones afectarán a más de 6 millones de habitantes en 495 municipios, dijo este martes en rueda de prensa la portavoz del Gobierno catalán, Patricia Plaja. También se aplican restricciones a Barcelona y Girona.
Límites estrictos en el consumo de agua
Según la normativa, el consumo de agua en la industria debería reducirse un 15% y en la agricultura un 40%. Está prohibido regar todos los días los jardines y zonas verdes públicas o privadas, y lavar las calles con agua potable.
El consumo máximo de agua por ciudadano por día es de 230 litros. Según las previsiones a largo plazo de eltiempo.es, se prevén temperaturas superiores a lo normal este verano, especialmente en el interior del país, donde la sequía se agudizará y el agua escaseará.
Los pronósticos no inspiraron confianza entre los agricultores y exportadores locales. España es el mayor productor de frutas y hortalizas de toda la Unión Europea, lo que puede tener un gran impacto en la oferta de frutas y hortalizas y en sus precios.
Muchas organizaciones advierten que sin agua no se puede mantener una agricultura moderna y competitiva, lo que en última instancia amenazará la seguridad alimentaria en todo el continente.